domingo, 27 de marzo de 2011

Cap.III. Un poco más feliz.

Tras varios días, una de aquellas dos amigas seguía sin ser la misma. No sabía cual era el verdadero motivo y no entendía su estado de ánimo.

Se contaban sus cosas, pero no servía para nada. Esas cosas no las habían compartido.
“Quiero volver a ver las estrellas con ella”, ese era lo único que compartían por aquel entonces, al menos, así le gustaría que fuese.

Quizás lo que les estaba ocurriendo era algo más grave de lo que imaginaban, o igual no,  y no saber que era, a una de ellas le robaba el sueño todas las noches. Estaba cansada, pensó en tirar la toalla, rendirse, igual el destino había decidido que lo mejor era que ya nada volviese a ser igual. Pero no podía, y fue entonces cuando recordó: 

“Para que no se olvide de sonreír siempre que tenga una oportunidad”.

Solo ellas entendían el enorme significado de aquella oración, y eso, las hacía un poco más felices.

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