martes, 6 de diciembre de 2011

Me acuerdo de ti al olerlo

    Hola,
hoy quizás te he echado de menos y te he querido escribir. No me he atrevido a hacerlo a ti directamente. Si me conoces ya sabrás que peco un poco de cobarde. He creído que si lo hago por aquí y llegas a verlo, te darás cuenta.

   Te cuento que la vida me va bien, o eso intento creer. Me esfuerzo por crecer, y a veces me acuerdo de ti cuando trato de hacerlo. A veces también flaqueo, tampoco voy a negar que sigo teniendo las mismas inseguridades que antaño. Por lo general, trato de reír, de estar feliz y no decaer. Intento disfrutar de la gente con la que estoy y aprender de cada golpe y de cada recompensa.

    Te cuento también que poco a poco estoy encontrando el rumbo de mi vida, me he sentido muy realizada este último mes haciendo lo que en un futuro será mi trabajo, y eso, evidentemente, me ha dado fuerzas para seguir.

    Te cuento… Te cuento que a veces me pongo triste pensando en ti, en lo que ya no es. En lo que no quiero que sea. Te cuento que sigo haciendo ese postre con huevos, harina y yogures de limón. Que me acuerdo de ti al olerlo.



martes, 29 de noviembre de 2011

Noviembre de 2011,

                Corría el año 2011 y un frío invernal sorprendía a una pequeña región del norte. Era el mes de noviembre, el mes de los escorpio y los sagitario, el mes que daba entrada a las compras navideñas, a los sueños de la lotería y a las tabletas del rico turrón. Sí, la gente recuerda el mes de noviembre por eso. No me sorprende, es normal.

                Es un mes especial, como todos. Con sus peculiaridades. Hasta entonces, yo solo he vivido diecinueve noviembres, cada cual diferente, pero hay uno que lo recordaré por siempre. Me refiero a ese en el que nos conocimos. ¿Os acordáis? Yo llegaba con las ganas y los nervios propios del principiante y vosotros me recibisteis con las sonrisas más hermosas del mundo.

              Allí estabais, sentados cada uno en vuestro pupitre verde, vigilados por Pepe Velázquez y esperando conseguir un “aleluya” bajo la atenta mirada de los abuelos que saben tanto. Recuerdo vuestros estuches desperdigados encima de las mesas… “Guardad el taller” decía la profesora. Sí, qué profesora tan guay, llama taller a un lápiz, una goma y unos cuanto bolígrafos, jaja.

                Y aunque dicen que todo lo bueno se acaba ¿sabéis una cosa? Lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda. 

Os quiere, 
Ana!

sábado, 22 de octubre de 2011

13 de Mayo

Puede que nadie lo entienda. Es complicado, quizás imposible. Es especial, como nada en el mundo. Y te sientes bien. Porque sus sonrisas eran perfectas, la música, el lugar… la comida incluso. Había llegado el día. GENIAL, olvidaríamos todo y nos perderíamos entre alcohol, abrazos y baile a tutiplén. Como solo ellas saben hacerlo. Como solo ella nos enseñó.

Y comimos, bailamos y brindamos. Juntas, eso era lo importante. Una noche diez, nada podría definirlo mejor.

Transcurridas  unas horas, con los pies cansados, alcohol en las venas y derroche de amor por todas partes, cambiamos el rumbo. Ahora tocaba salir.

Y a pesar de lo perfecto que era todo algunos desajustes pusieron manchas grises en aquella noche de princesas azules, manchas que poco a poco se fueron aclarando… Violeta, sí, ese era el color. El vino había hecho estragos. 

martes, 27 de septiembre de 2011

AGARRADOS EN UN TAXI SIN DIRECCIÓN

Sentía esa necesidad que tan en el regazo albergaba. Y en cambio, llegado el momento que tanto buscaba, se quedaba sin voz, tan siquiera su hilo de voz se hacía sonar para decirlo en forma de susurro. No sentía, no entendía, y era feliz. Un daño que dolía y que olvidaba en sueños. Agarrados de la mano, un taxi sin dirección, ojos que besaban.

Estaban ebrios. Eso era todo.




miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un toque de carmín

Echaba de menos el calor de unos brazos que incondicionalmente la protegiesen, ese aroma especial que la hiciera soñar despierta, el sonido de su teléfono cada cinco minutos diciéndolo todo y nada a la vez. Quería sentirse especial. Ponerse la ajustada minifalda negra que tanto le gustaba, su camiseta holgada caída de un hombro, un toque de carmín en sus labios y ataviarse con su más preciado perfume para así escuchar de nuevo esas palabras que tan feliz hacen a una mujer.


miércoles, 20 de julio de 2011

Recuerdos

Sobran palabras,
el silencio se oye, duele.

Las miradas ya solo miran,
fugitivas, se van.

Nada es lo que hay,
o quizás lo que habrá.

Especial,
y entonces…
                             ... recuerdo,
                                    ... sonrisas,
                                    ... complicidad,
                                    ... tristeza.

miércoles, 13 de julio de 2011

No sé que quiero, pero sé lo que no quiero.


Es lo que le ocurre a los poetas cuando se quedan sin historias. Tiempo, quizás sea eso.

"No sé que quiero, pero sé lo que no quiero,
sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar,
puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando,
estoy pensando, pero estoy cansado de pensar."

miércoles, 6 de julio de 2011

Pero entonces creció.

Solía dormirse temprano, abrazada a su peluche, y además le gustaba despertarse viendo el mar, oyendo el piar de los pájaros.

Quizás dormir no era lo que le gustaba, sino todo lo demás. Contarle sus penas a unos seres que sin decir palabra, eran lo más dulce que existía en su vida; un pequeño conejo que nunca la abandonaría y un gran oso blanco coronado por su roja pajarita. Un mar que la ponía nostálgica, le hacía perderse en su inmensidad, viendo al horizonte, imaginándose una vida de sapos y príncipes. Seres libres y desconocidos ataviados con pequeñas plumas que convertían los odiosos despertares en, simplemente, un día más para reír, llorar, enfadarse y comer mucho chocolate.

Era estupendo, pero lo que realmente le gustaba era la segunda parte de todo eso.

Adoraba las bromas que solo ella y sus amigos entendían, carentes de sentido alguno, simplemente signos de complicidad entre ellos.  Aquellos rápidos sorbos, dulces y amargos, que un día a la semana se decidían a tomar. Leía en su iluminada pantalla todas las cosas bellas que habían escrito para ella y también adoraba emocionarse por ello. Cogía su toalla, bañador y crema para el sol y emprendía un rumbo fijo, el de todos los días, siempre por el mismo motivo, y eso también lo adoraba.

Pero entonces creció, y empezó a creer que no había magia en aquel mundo. Seguía adorando las mismas cosas: dormir, sus peluches, el mar, los pío-pío, las bromas, los sin sentidos, los pequeños sorbos, las buenas palabras e ir a la playa. Pero su hada madrina empezaba a tener una nueva preocupación: debía devolverle su peculiar sonrisa, el brillo de sus ojos y el sabor de sus labios.

domingo, 12 de junio de 2011

It's Sunday.

Cuatro paredes. Unos cuantos muebles. "Lunch atop a Skyscraper", The Beatles y un genio de pelo largo, B.J. Fotos, peluches y una cama deshecha con las consecuencias de un sábado loco en sus entrañas. Y en ese paraíso, una extraña más en el mundo a la que unas copas demás no le han ayudado.

Es domingo. Música, no encuentra otra salida.

"Startin at the paper, I don't know what to write.
I'll have my last cigarette, well turn out the lights,
maybe tomorrow I'll feel a different way,
but here in my confusion, I don't know what to say."

sábado, 21 de mayo de 2011

Y cientos más.

Y de repente me sentí feliz.

Éramos tres; ella, la de siempre, él, un conocido de los últimos nueve meses, y yo, la más ilusionada. Poco a poco nos habíamos ido haciendo amigos, cada vez más, quizás gracias a esas múltiples fiestas nocturnas por la capital a las que tanto nos habíamos aficionado. En invierno, con guantes, bufanda y gorros de lana, o en primavera, en bermudas, sandalias y con una buena temperatura ambiente.

Ellos y yo. Y cientos más. Allí. Juntos. Sonaba música, daba igual si era La Cabra Mecánica, Cristina Pato o todo el Obradoiro cantanto "a saia da carolina" al unísono, el caso era pasar lo mejor posible aquella noche en la que el frío ya se hacía notar.

Era eso, estoy segura, la unidad, la satisfacción y las ganas de gritar. La madrugada avanzaba y algunos decidían irse, por voluntad u obligados, como nosotros, pero en cambio otros lo tenían claro, había que quedarse. Y allí se quedaron, haciendo fuerza, abrazados, sobre colchones, dándose calor, al pie de la catedral que alberga mil y una historia, añadiendo una más.

 "Mañana tal vez tenga que sentarme junto a mis hijos y decirles que fuimos derrotados, que no supimos como hacer para ganar. Pero no podría mirarlos a los ojos y decirles que ellos viven así porque yo no me animé a luchar."

jueves, 19 de mayo de 2011

Chorroborros.

El tiempo pasaba lento. Decidí salir a pasear, sola, bajo un sol que apenas calentaba, cuando sin quererlo me sorprendí observándola. Está feliz, ajena a todo lo que la rodea. Quizás sea su cumpleaños, o quizás no. Seis años, no más. Estoy segura -pensé.

No entiende de política ni siente necesidad de hacerlo. La economía le aburre, mira de forma absurda la preocupación que causa en los adultos. No tiene horarios pero no le importa, no tiene prisa. Entonces es cuando reflexiva, una vez más, pienso: Yo también he sido así.  Todos hemos sido niños. Hasta los que hacen las guerras fueron niños. ¿Y ahora? ¿Qué soy? ¿En que me he convertido? ¿En que me han convertido?

Reflexiones así me sobran, día tras día, y sin embargo, todo esto sigue manejando mi vida. Me siento como una marioneta en este lugar, en este mundo hostil, de pobres o ricos, hombres o mujeres, blancos o negros… Chorroborros. Los detesto.

lunes, 16 de mayo de 2011

Eternamente.

Durante 19 años me ha dado tiempo a descubrir cosas como que los amigos solo son para siempre cuando somos jóvenes, que el amor no es eterno y tiene fin, y que el cariño que sientes hacia una persona es directamente proporcional al daño que te hará. Quizás sea eso lo que hace que aquella chica se sienta así, triste, decepcionada incluso. Nadie le dijo que la vida sería así. Con 5 años soñaba con ser astronauta, pisar las estrellas y volar, tenía 10 y ya tenía montada una peluquería con su, entonces, mejor amiga, a los 13 quería ser cantante e ir a Operación Triunfo para a los 15 pasar a ser psicóloga. Cumplía los 16 y soñaba con ser la protagonista de esa película de amor que tanto le había hecho llorar. Ya ahora... Ahora se da cuenta de que ha vivido siempre de sueños.

Pero la vida es sueño, y los sueños, sueños son, por eso la chica de los pantalones vaqueros quiere querer con locura aún sabiendo que el amor tiene fin, sentirse querida sabiendo que le decepcionarán y tener amigos para siempre mientras sea joven, eternamente. 

domingo, 8 de mayo de 2011

¿Me quieres?

El cielo se ha vuelto oscuro. Está mojado.
Y lo ves, piensas, te lo imaginas, sonríes y recapacitas. No es tuyo, no lo será. Mejor así. No es real.
- ¿Me quieres?
+ Sí
- Yo también.
+ Pero yo te quiero diferente... Haciéndome daño.

martes, 5 de abril de 2011

Libre.

            Despiertas. Te sientes diferente. Has soñado, es agradable. Te levantas y te diriges al baño. Abres el grifo y depejas. ¿Cómo será el día de hoy? Subes las persianas. Sorpresa. Huele a verano. Un día más. Estornudas.  Miras por la ventana, escuchas el canto de lo pájaros. Vuelves a estornudar. No hay duda, es primavera. 

            Quieres sentirte bien, pero no es fácil. Te aburres. La rutina te aburre. Decides coger ese libro que tanto te ha marcado, lees unas páginas, lloras y te das cuenta de que lo único que quieres es ser libre. Gritar. Y volver a gritar. Sentirte joven, feliz a pesar de todo. Vuelves a aquellos años en los que simplemente ver el sol era señal de que un gran día esperaba, jugando con tus amigos, al escondite, a "pillar", al brilé... el juego era lo de menos. Era divertido, te hacía sentir bien. Corriendo, de aquí para allá. Sin problemas, sin preocupaciones, disfrutando. 

             Música, tiempos mozos, ganas locas de bailar en la habitación. Volumen al máximo. Libre, tal y como querías. Lo único que ahora quieres es sentirte así todos lo días, con ganas de gritar al mundo. Y vivir con cosas pequeñas. Sol, verano y buena compañía... Es suficiente.

             Pasan las horas, en poco tendrás que comer. En ocasiones el tiempo vuela.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Quien camina contigo.

Hay quien quiere sorprenderte y quien te sorprende. Quien dice te quiero y quien te quiere. Quien está ahí y quien lo estará siempre. Quien lo da todo por nada y quien por nada, todo lo da. Quien dice saber escuchar y quien escucha. Hay quien anda por andar, y quien camina contigo. Quien existe sin más, y quien te hace sentir vivo.

domingo, 27 de marzo de 2011

Cap.III. Un poco más feliz.

Tras varios días, una de aquellas dos amigas seguía sin ser la misma. No sabía cual era el verdadero motivo y no entendía su estado de ánimo.

Se contaban sus cosas, pero no servía para nada. Esas cosas no las habían compartido.
“Quiero volver a ver las estrellas con ella”, ese era lo único que compartían por aquel entonces, al menos, así le gustaría que fuese.

Quizás lo que les estaba ocurriendo era algo más grave de lo que imaginaban, o igual no,  y no saber que era, a una de ellas le robaba el sueño todas las noches. Estaba cansada, pensó en tirar la toalla, rendirse, igual el destino había decidido que lo mejor era que ya nada volviese a ser igual. Pero no podía, y fue entonces cuando recordó: 

“Para que no se olvide de sonreír siempre que tenga una oportunidad”.

Solo ellas entendían el enorme significado de aquella oración, y eso, las hacía un poco más felices.

martes, 22 de marzo de 2011

Cap.II. Sus abrazos ya no eran los mismos.

Al día siguiente, aún queriéndose como se quieren los enamorados en París, no podían ocultar aquello que pasaba. Algo que, aunque ambas habían caído rendidas sobre las sábanas, no salía de sus cabezas.
Quizás hablar no serviría de nada, ambas lo sabían, y sin embargo decidieron hacerlo.

El sol invernal había salido de nuevo. Se rieron de lo ocurrido la noche anterior, recordaron sus locuras, las de sus amigos, las irracionalidades de una noche de borrachera, los pubs, su música… Parecían dos mejores amigas disfrutando de la vida, siendo jóvenes, cometiendo errores, riéndose de ellos. Dos chicas, juntas, una al lado de la otra, echándose de menos.

Tal vez se querían, es cierto, pero sus abrazos ya no eran los mismos.

domingo, 20 de marzo de 2011

Cap I. Queriéndose como solo ellas sabían.

Se trataba de un plan perfecto. Demasiado tiempo planeándolo y nada podía salir mal. Era imposible.

Ya era tarde, pero no les importaba, aquellas dos amigas querían vivirlo todo, a pode ser juntas, y no dudaron en aprovechar aquel maravilloso día para perderse viendo el horizonte. No estar solas no resultó ser un problema, la compañía las agradaba y se sentían bien. Una más que la otra, pero eso era lo de menos.
Llegó la noche y todo seguía el camino marcado. Fiesta, desfase, música, alcohol, chicos… Nada importaría esa noche, había que pasárselo bien, disfrutar y bailar hasta el amanecer. Verlo tumbadas en la playa, sin sentido. Un plan genial.

Todo lo planeado iba sobre ruedas. Aquellas dos amigas parecían más amigas que nunca, aunque ambas sabían que algo pasaba. Estaban juntas, viviéndolo todo, bailando, corriendo, bebiendo, brindando, hablando, inmortalizando momentos, cantando…pero algo pasaba. Una de ellas hacía como si nada, pero no, se divertía, pero en sus adentros no estaba tranquila. La otra, en cambio, no podía evitar que su cara reflejara lo que estaba pensando. Las dos se conocían mucho, y cada una a su forma, las dos expresaban lo mismo, aunque nadie lo notase. Es más, se conocían tanto, que decidieron seguir pasándoselo bien, tal y como habían planeado. Queriéndose como solo ellas sabían hacerlo.

La vida les había enseñado que pasara lo que pasara, iban a estar ahí, una para la otra, con los ojos cerrados, incondicionalmente.

lunes, 14 de marzo de 2011

miércoles, 9 de marzo de 2011

Materialismo,

no, gracias. 

Estar vivo, tener agua para beber y pan para comer. Tener una familia, unos amigos, compañeros de clase. Tener ilusiones, sueños, tardes de café. Incluso podemos decir que importante es dar abrazos, besos, con o sin pasión, eso no importa, odiar sin motivo y querer con locura.

Importante es tener personas a tu lado. Estar tú al lado de esas personas. Que te regalen sonrisas. Regalárselas. Que te quieran. Quererlas. Enfadarte. Que se enfaden. Echarlas de menos. Que te echen de menos. Llorar por ellas. Que lloren por ti. Que te den las gracias. Dárselas tú. Sentirlas. Que te sientan. Que sigan solas pero contigo. Seguir sola pero con ellas.

sábado, 26 de febrero de 2011

Sin

Detalles esperados. Sorpresas que no sorprenden. Sufrimiento que no duele. Sonrisas que no se creen. Abrazos hartos de cariño. Matices sin color. Paletas en blanco. Soñadores que no sueñan. Sabinas sin emoción. Música sin lágrimas. Opiniones que importan. Palomas blancas en guerra. Palabras con espacios. Letras sin sentido. Chiflados sin locura. Luchas sin argumentos. Objetivos sin metas. Disculpas sin perdón. Hogares inhóspitos. Ojos tristes que no brillan. Ron sin penas. Locos bailando sin lluvia. Cafés sin anécdotas. Soledad sin reflexión. Un piano sin teclas. Colores sin mezclar. Silencios pasivos. Historias de amor sin abriles. Brindis sin amigos. Mañanas tristes acostumbradas. Sábanas que no abrigan. Trenes sin dirección. Nuncas sin siempres. Amor que no ama. Mentiras que pasean de la mano. Mar sin nostalgia. Vestido azul sin juventud. Cielos sin playas. Mar sin chapuzones. Ríos sin remolinos. Columpios rotos. Infancia sin niños. Puntos y seguidos que terminan. Engaños cómodos. Corazones con razón. Mendigos con cama. Pobres que no piden limosna. Golpes de suerte sin afortunados. Pasión sin rockeros. Puñales que no duelen. Vidas de marionetas. Pinochos sin nariz. Brujas sin cenicientas. Capitalismo sin rebeldes. Rock and Roll sin Elvis. Cosecha sin agricultor. Falsas sonrisas imposibles de fotografiar. Imaginación sin soñadores. Revolución sin pueblo. Finales tristes sin historias, e historias como esta con final.

Palabras sin poesía, y poesía sin poetas.

martes, 22 de febrero de 2011

We need love.

We need love. We need to feel that someone is there, close our eyes and to think of someone. And though it may not be right, we do it. And we feel bad, we cry and we want to hug, and we continue to be happy, but without love. We want them and they don’t want us, they want us and we don’t want them; it's like a chain.


Rarely happens otherwise, for this reason we insist on thinking that it are just dreams.
However, we like to dream, and right or wrong, we are always dreaming.